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El perímetro abierto de innovación

29/08/2014

La
innovación empezó dentro de las empresas como una culminación de la lógica de
investigación y desarrollo. Más allá de los resultados cocinados en los
departamentos de I+D, muchas empresas siempre tuvieron alguien que aportó
genialidad para captar las necesidades de clientes anticipadamente o de sacar
punta a tecnologías de otros. Pero los inicios de la innovación eran de puertas
a dentro. Mucho más adelante llegó Internet y consolidó un entorno de conocimiento
compartido. Todo cambió y se instauró la innovación abierta.  La innovación se definió ya más por la
capacidad de aplicar ideas que de solamente crearlas. Además no era tan
importante que las ideas nacieran dentro de la propia organización, lo importante
era saberlas concretar y aplicar (rápido). Simplemente la innovación abierta
propuso algo lógico: combinar talento interno con talento externo. Pero la
innovación abierta también ha evolucionado. Dado que muchas empresas tienen
graves dificultades por hacer avanzar ágilmente sus proyectos de innovación y
de superar sus reticencias internas al riesgo, algunas empresas han buscado
acercar emprendedores y pyme a sus retos de innovación para que existan lógicas
de innovación más abiertas y más ágiles en el entorno corporativo. Se han
creado perímetros de innovación en los que emprendedores, start – up y pymes
desarrollan proyectos, más o menos monitoreados por una gran empresa que les
convoca a resolver sus retos estratégicos de innovación. La relación entre
grandes y pequeños no siempre es fácil, como tampoco lo es equilibrar las
expectativas de cada uno, pero cada vez hay más experiencias de este tipo de
innovación – emprendimiento corporativo. Estos espacios se han consolidado en
programas muy conocidos de algunas grandes empresas que, a veces, han dado más
ruido que resultados, pero que han marcado tendencia. Además la relación con
las estructuras clásicas de la empresa grande no siempre han sido fáciles ni
comprendidas, a pesar de ello, este tipo de iniciativas no paran de proliferar.
Este perímetro de innovación más reciente también está evolucionando. Algunas
empresas grandes ya no convocan retos y buscan quién desde fuera los ejecute
sino que simplemente crean espacios para que emprendedores innovadores se
instalen en ellos. Buscan empresas que sigan sus propios proyectos de
innovación y emprendimiento aunque no tengan una relación directa con los retos
de innovación de la empresa grande que los acoge en su perímetro. ¿Para qué? ¿
con qué objetivo? Para monitorearlas desde lejos o desde cerca, depende del
caso, pero también para entender mejor las lógicas de las nuevas propuestas de
valor empresarial, para tener un laboratorio de modelos de negocio cerca del
que aprender y, para acelerar, por su puesto, aquellas oportunidades que les
parezcan estratégicas.
Gestionar
la innovación en la empresa, es gestionar un espacio cada día más abierto, que
puede incorporar los antiguos centros de I+D, pero que va mucho más lejos que
esto. El nuevo perímetro de innovación es más abierto y relacional que nunca, supera
de largo las antiguas fronteras corporativas. Gestionar la innovación es estar
con un pie en la empresa y un pie en el mundo. Lo que pasa fuera es tan
importante como lo que pasa dentro, o más. Por descontado, las lógicas internas
de innovación continúan y deben vigorizarse pero su mirada y su inspiración no
es solamente interna. La innovación abierta ha devenido un perímetro abierto de
innovación. 
(La imagen pertenece a una obra de Pinturicchio)