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Las empresas pacientes

26/03/2013

No
todo es fugaz en los negocios ni todas las empresas son gacelas. Vivimos la época
de la impaciencia. Hay cosas que necesitan de la solidez revestida por el
tiempo. Hay negocios que maduran. Cultivamos poco la virtud de la paciencia del
crecer y dejar crecer. Tenemos propensión por lo efervescente, pero la
alternativa de llegar más lentamente a la ebullición no es descartable.
Pienso
en esa consultora de seguridad alimentaria que visité ayer. Cinco años, casi
sin deuda, da trabajo a 12 personas. Pienso en esa empresa de servicios informáticos,
veinte años, son 150 personas, han crecido a un ritmo de entre el 5 y el 10%
con algún vaivén. Pienso en esa empresa de circuitos electrónicos que después
de 50 años es una multinacional de bolsillo con más de 200 millones de euros de
facturación.
No
son trayectorias explosivas. No son empresas hechas al sprint. Pero aguantan la
crisis. Son empresas tenaces y también pacientes. No son empresas adictas al
riesgo pero sin innovación no estarían dónde están. No son el paradigma del
cambio espectacular pero para nada son empresas ancladas a sus éxitos pasados. Algunas
trayectorias anidan con paciencia. Ni cambiar es precipitarse ni hay que
confundir la paciencia con el inmovilismo. 
(la imagen pertenece a una obra de Andrea Mantegna)