Innovar
es a menudo ir más allá de la obviedad. Si la innovación tiene éxito pasará a
engrosar el catálogo de nuevas obviedades y parecerá imposible que antes se
pudiera hacer de otra manera. Esta es la historia de la “fregona”, parece
imposible que antes se fregaran los suelos de rodillas, pero es evidente que se
hacía así. La historia de la innovación es el relato de la superación de las
obviedades. No era evidente que el tupperware se tuviera que comercializar por
el canal de “home – meetings”. No era
obvio que se pudiera escuchar música al correr como permitió el walkman o que el
teléfono móvil incorporara el mail. Hoy intuimos lo que cambiará la Internet de
las cosas pero todavía no es una obviedad para la mayoría. Innovar es desafiar
la obviedad, ya sea por aportación tecnológica, por una nueva forma de
establecer la relación con el cliente o por la implantación de un nuevo modelo
de negocio. Los grandes innovadores son gente que trabaja en las obviedades del
futuro mientras los demás se centran todavía en las obviedades del presente.
es a menudo ir más allá de la obviedad. Si la innovación tiene éxito pasará a
engrosar el catálogo de nuevas obviedades y parecerá imposible que antes se
pudiera hacer de otra manera. Esta es la historia de la “fregona”, parece
imposible que antes se fregaran los suelos de rodillas, pero es evidente que se
hacía así. La historia de la innovación es el relato de la superación de las
obviedades. No era evidente que el tupperware se tuviera que comercializar por
el canal de “home – meetings”. No era
obvio que se pudiera escuchar música al correr como permitió el walkman o que el
teléfono móvil incorporara el mail. Hoy intuimos lo que cambiará la Internet de
las cosas pero todavía no es una obviedad para la mayoría. Innovar es desafiar
la obviedad, ya sea por aportación tecnológica, por una nueva forma de
establecer la relación con el cliente o por la implantación de un nuevo modelo
de negocio. Los grandes innovadores son gente que trabaja en las obviedades del
futuro mientras los demás se centran todavía en las obviedades del presente.
Lo
cierto es que no todas las empresas están preparadas para desafiar las
obviedades del presente, obviedades en las que se incluyen. A muchas de ellas
les parecen que podrán innovar cuando quieran, cuando lo precisen y mientras
tanto optan por focalizarse en sus
nichos consolidados. Y no es así. Si hay algo que cada vez se improvisa menos
es la innovación. Las empresas que quieren innovar sistemáticamente no dan
resultados significativos de modo continuado si no se entrenan, si no
transforman su cultura, si no están habituadas a superar retos distintos. Las
empresas que quieran desafiar obviedades y ortodoxias, deben ser capaces de
cambiar con mayor naturalidad y agilidad que las empresas que simplemente se
dedican a gestionar eficientemente el presente. No hay trade off entre
gestionar el presente y construir el futuro desafiando obviedades desde la
innovación. El trade off solamente existe para aquellos directivos que,
centrados en el día a día, no son capaces de combinar eficiencia para los
resultados de hoy y un fuerte compromiso de innovación para los resultados del
mañana.
cierto es que no todas las empresas están preparadas para desafiar las
obviedades del presente, obviedades en las que se incluyen. A muchas de ellas
les parecen que podrán innovar cuando quieran, cuando lo precisen y mientras
tanto optan por focalizarse en sus
nichos consolidados. Y no es así. Si hay algo que cada vez se improvisa menos
es la innovación. Las empresas que quieren innovar sistemáticamente no dan
resultados significativos de modo continuado si no se entrenan, si no
transforman su cultura, si no están habituadas a superar retos distintos. Las
empresas que quieran desafiar obviedades y ortodoxias, deben ser capaces de
cambiar con mayor naturalidad y agilidad que las empresas que simplemente se
dedican a gestionar eficientemente el presente. No hay trade off entre
gestionar el presente y construir el futuro desafiando obviedades desde la
innovación. El trade off solamente existe para aquellos directivos que,
centrados en el día a día, no son capaces de combinar eficiencia para los
resultados de hoy y un fuerte compromiso de innovación para los resultados del
mañana.
Mire
su agenda de las últimas semanas y piense en cómo reparte su tiempo. Su agenda
le dirá la verdad sobre si hay trade off entre gestión del presente e
innovación o no. Su agenda le dirá si su empresa se entrena para la innovación
o simplemente habla de ella.
su agenda de las últimas semanas y piense en cómo reparte su tiempo. Su agenda
le dirá la verdad sobre si hay trade off entre gestión del presente e
innovación o no. Su agenda le dirá si su empresa se entrena para la innovación
o simplemente habla de ella.
(la imagen pertenece a una obra de Antonello da Messina)