Menu

10 lecciones aprendidas en políticas públicas de innovación y competitividad

07/08/2012

Notas después de una reunión altamente productiva en Lima,
reflexionando cómo evitar lo que ha pasado en otros países en qué grandes
cantidades de dinero público se ha dilapidado sin conseguir realmente ningún impacto
significativo en el desarrollo territorial.
Cosas que he aprendido en los últimos 10 años sobre
políticas públicas para ayudar a ciudades, regiones, países a crecer:
1. Intentar
proyectos de desarrollo sin una implicación
real (inversión) de players privados
acostumbra a ser un fiasco. Tampoco
funciona enamorarse de sectores muy de moda sin tener empresas tractoras
locales mínimamente significativas que los puedan representar. Los fracasos se
cuentan por cientos.
2. La
mejor palanca para desarrollar un territorio es estimular una alta concentración de talento emprendedor,
sin esta base,  por mucho dinero que se
destine, el desarrollo no será sustentable.
3. El
camino del desarrollo territorial no está en importar ecosistemas imposibles de
reproducir. La solución está en definir
caminos propios
.  Por ello es clave
pensar modelos que se midan por indicadores de impacto que nos definan
resultados tangibles, porqué con indicadores de gestión no es suficiente.
4. Muchas
políticas públicas creen que por juntar actores sucederán cosas, y no es
necesariamente así, o las cosas que pasan son poco significativas. Es mejor intentar vertebrar actores en base a
proyectos concretos
que respondan a oportunidades identificadas. Los
proyectos son mejor palanca que los eventos relacionales.
5. Las
lógicas de desarrollo no son herméticamente locales, al contrario, hay que
buscar ser más un nodo de desarrollo internacional que un nudo endógeno local. Cruzar lo local y lo global no es una
opción.
6. Las externalidades clásicas no son
suficientes
.  Hay otros factores como
la seguridad física y jurídica, la calidad de la gobernanza territorial, el
capital social, que son clave, y que no fáciles de improvisar.
7. Las
ayudas públicas a la innovación deben centrarse en corregir los fallos de mercado (aquellos que las empresas no pueden
asumir solas por exceso de riesgo). Repartir subvenciones por aspersión,  muy poco a muchos, no acostumbra a servir de
nada. El paternalismo subsidiador es un error habitual.
 Las empresas no viven
de los subsidios viven de los clientes. Acostumbrar a las start ups a las
ayudas es debilitarlas a medio plazo.
8. Hay
que buscar el equilibrio por el que las empresas ofrezcan accountability de las ayudas públicas que reciben con la mínima
carga burocrática posible.
9. Construir
parques tecnológicos,  centros
tecnológicos,  incubadoras, innovation
labs a cada esquina no necesariamente genera desarrollo real, genera grosor
institucional. Sin players adecuados que inviertan y arriesguen de su
parte,  no habrá resultados. Los edificios son un espejismo.

10. Conseguir
políticas públicas eficientes orientadas al desarrollo basado en innovación y
emprendimiento no es fácil. Lo más habitual es tener documentos que se
convierten en edificios, pero llenar los edificios de talento emprendedor que
dé resultados que se traduzca en más trabajo para una zona y sea un polo de
irradiación de valor es algo posible, pero complicado. La obsesión por los resultados, por la implicación de players que
realmente puedan conferir impacto debe acompañar todo el proceso. 
(la imagen pertenece a una obra de Bellini)