Si
pasa un día y nadie te cuestiona nada, nadie te dice que no, deberías
considerarlo una rareza. Si pasan algunas semanas y ves que nadie te contradice
nada es un síntoma de que puede haber algún problema. Pero si pasan semanas y nadie
te pone dudas ni señala contradicciones, entonces no lo dudes, el problema eres
tú !!!
pasa un día y nadie te cuestiona nada, nadie te dice que no, deberías
considerarlo una rareza. Si pasan algunas semanas y ves que nadie te contradice
nada es un síntoma de que puede haber algún problema. Pero si pasan semanas y nadie
te pone dudas ni señala contradicciones, entonces no lo dudes, el problema eres
tú !!!
Las
personas con responsabilidades importantes pueden generar fácilmente entornos
que vayan matando casi imperceptiblemente el espíritu crítico. Los líderes
sólidos, los directivos de éxito, emanan
confianza y, en ocasiones, admiración. Poco a poco, esta adhesión al liderazgo
puede tornarse en una forma de adulación acrítica. Simplemente al líder no le
llega nada que no sea de su agrado o que no encaje con su estilo. Los gustos y
los intereses del líder se convierten en ortodoxia tácita. Probablemente, en
los discursos de la compañía o de la institución, se proclame todo lo
contrario, pero en la práctica, nadie se atreve a cuestionar seriamente (ni que
sea en privado) las estrategias, las decisiones, los relatos, los detalles.
personas con responsabilidades importantes pueden generar fácilmente entornos
que vayan matando casi imperceptiblemente el espíritu crítico. Los líderes
sólidos, los directivos de éxito, emanan
confianza y, en ocasiones, admiración. Poco a poco, esta adhesión al liderazgo
puede tornarse en una forma de adulación acrítica. Simplemente al líder no le
llega nada que no sea de su agrado o que no encaje con su estilo. Los gustos y
los intereses del líder se convierten en ortodoxia tácita. Probablemente, en
los discursos de la compañía o de la institución, se proclame todo lo
contrario, pero en la práctica, nadie se atreve a cuestionar seriamente (ni que
sea en privado) las estrategias, las decisiones, los relatos, los detalles.
He
visto muchos directivos inteligentes caer en la trampa imperceptible que de
modo natural se crea alrededor suyo. Todo el mundo se esfuerza por no ser
mensajero incómodo y, al final del día, nadie le hace preguntas que no quiere
escuchar. Si el líder es una persona sabia sabrá distinguir el esfuerzo de sus
colaboradores por traerle los problemas ya en forma de solución de la ausencia
de cuestionamientos. No tener nadie que tenga otras perspectivas, que nos haga
ver otras caras de la poliédrica realidad es un error. Pero si el líder se
acomoda a la vanidad acaba endiosándose por dentro y deja que la endogamia del
“sí” no pare de crecer.
visto muchos directivos inteligentes caer en la trampa imperceptible que de
modo natural se crea alrededor suyo. Todo el mundo se esfuerza por no ser
mensajero incómodo y, al final del día, nadie le hace preguntas que no quiere
escuchar. Si el líder es una persona sabia sabrá distinguir el esfuerzo de sus
colaboradores por traerle los problemas ya en forma de solución de la ausencia
de cuestionamientos. No tener nadie que tenga otras perspectivas, que nos haga
ver otras caras de la poliédrica realidad es un error. Pero si el líder se
acomoda a la vanidad acaba endiosándose por dentro y deja que la endogamia del
“sí” no pare de crecer.
No
hay que confundir el respeto y el compromiso con la ausencia de pensamiento
propio, y esa es una confusión habitual en los equipos que rodean a muchos
directivos. Pero el principal responsable debe ser el propio directivo, debe
ser él quien estimule las reflexiones críticas sin excluir las de su propia actuación.
Eso no le debilita, al contrario, le fortalece. Un liderazgo sostenible
necesita de críticas serias hechas por
colaboradores que hacen de la crítica una forma de fidelidad. Y es evidente,
que esto no debe estar reñido ni con la cordialidad ni con el compartir éxitos
ni con una visión positiva y optimista de las cosas. Las críticas no pueden ser
cosa simplemente de los adversarios o de los indocumentados.
hay que confundir el respeto y el compromiso con la ausencia de pensamiento
propio, y esa es una confusión habitual en los equipos que rodean a muchos
directivos. Pero el principal responsable debe ser el propio directivo, debe
ser él quien estimule las reflexiones críticas sin excluir las de su propia actuación.
Eso no le debilita, al contrario, le fortalece. Un liderazgo sostenible
necesita de críticas serias hechas por
colaboradores que hacen de la crítica una forma de fidelidad. Y es evidente,
que esto no debe estar reñido ni con la cordialidad ni con el compartir éxitos
ni con una visión positiva y optimista de las cosas. Las críticas no pueden ser
cosa simplemente de los adversarios o de los indocumentados.
Mantener
el éxito no es fácil, ni para las corporaciones ni para las personas. Aquellos
que saben mantener el éxito como una percepción provisional o los que continúan pensando más en lo que
les queda por aprender que en lo que saben, están más cerca de tener éxitos
sostenibles, posicionamientos sólidos como personas y como organizaciones. Para continuar haciendo propuestas
interesantes, para continuar innovando seriamente, es preciso tener alrededor
perspectivas distintas, es bueno tener lateralidades no previstas o nuevas
formas de responder a las viejas preguntas. Es fundamental tener gente alrededor
que nos haga nuevas preguntas o que nos inspire nuevas preguntas.
el éxito no es fácil, ni para las corporaciones ni para las personas. Aquellos
que saben mantener el éxito como una percepción provisional o los que continúan pensando más en lo que
les queda por aprender que en lo que saben, están más cerca de tener éxitos
sostenibles, posicionamientos sólidos como personas y como organizaciones. Para continuar haciendo propuestas
interesantes, para continuar innovando seriamente, es preciso tener alrededor
perspectivas distintas, es bueno tener lateralidades no previstas o nuevas
formas de responder a las viejas preguntas. Es fundamental tener gente alrededor
que nos haga nuevas preguntas o que nos inspire nuevas preguntas.
(la imagen pertenece a una obra de Bellini)