Para
algunos la innovación debería fluir a través de la organización como un proceso
perfectamente ordenado en el que a partir de un input (ideas) se alcanza un
output ( nuevos productos /servicios / procesos) con unos indicadores que hagan perfectamente medible todo el proceso
innovador. Es decir, aspirarían a hacer
de la innovación algo predecible de un modo casi científico para poder
planificar con acierto el impacto de la innovación en sus negocios.
algunos la innovación debería fluir a través de la organización como un proceso
perfectamente ordenado en el que a partir de un input (ideas) se alcanza un
output ( nuevos productos /servicios / procesos) con unos indicadores que hagan perfectamente medible todo el proceso
innovador. Es decir, aspirarían a hacer
de la innovación algo predecible de un modo casi científico para poder
planificar con acierto el impacto de la innovación en sus negocios.
En
la práctica la innovación es menos predictible, no consiste en una fórmula
polinómica que aplicar. La innovación es la suma de creatividad y disciplina de
cambio, y esta doble combinación es la que intentamos grafiar cuando
establecemos el stage & gate de un Funnel de innovación. Las distintas etapas del Funnel no son otra cosa que un filtro que busca
evitar cuantos menos falsos positivos mejor y desechar cuantos los menos falsos
negativos posibles . Soy partidario de que las organizaciones describan bien
sus modelos de innovación y establezcan Funnels que, a modo de mapas de
innovación, les permiten saber el
potencial innovador de sus propuestas,
el carácter más o menos radical de estas, la ubicación de sus propuestas innovadoras en
producto o servicio, o en canales, o en procesos, o en modelo de negocio,
etc. Creo que tener el Funnel bien
definido nos ayuda a orientar a las personas que impulsan los proyectos de
innovación y nos permite saber en todo momento dónde estamos. Un buen Funnel es
una agenda para cada proyecto, una ayuda para los líderes de cada proyecto y
una forma de involucrar a las unidades de negocio en las propuestas de
innovación.
la práctica la innovación es menos predictible, no consiste en una fórmula
polinómica que aplicar. La innovación es la suma de creatividad y disciplina de
cambio, y esta doble combinación es la que intentamos grafiar cuando
establecemos el stage & gate de un Funnel de innovación. Las distintas etapas del Funnel no son otra cosa que un filtro que busca
evitar cuantos menos falsos positivos mejor y desechar cuantos los menos falsos
negativos posibles . Soy partidario de que las organizaciones describan bien
sus modelos de innovación y establezcan Funnels que, a modo de mapas de
innovación, les permiten saber el
potencial innovador de sus propuestas,
el carácter más o menos radical de estas, la ubicación de sus propuestas innovadoras en
producto o servicio, o en canales, o en procesos, o en modelo de negocio,
etc. Creo que tener el Funnel bien
definido nos ayuda a orientar a las personas que impulsan los proyectos de
innovación y nos permite saber en todo momento dónde estamos. Un buen Funnel es
una agenda para cada proyecto, una ayuda para los líderes de cada proyecto y
una forma de involucrar a las unidades de negocio en las propuestas de
innovación.
Ahora
bien esta formalización que, en mis experiencias ha resultado muy positiva por
cuanto agiliza mucho el flujo de innovación, no puede llevarnos a crear
burocracias de innovación. No puede
llevarnos a imponer estructuras rígidas. La innovación es un camino de
exploración y, como tal, es a menudo, sinuoso. No todos los proyectos avanzan
con el mismo ritmo. No todos los proyectos acaban verificando sus hipótesis
iniciales, algunos se reinventan varias veces a lo largo del proceso. No todos
los equipos tienen el mismo formato, ni todos son necesariamente internos. Es
decir, formalización a través del funnel que orienta y ayuda a dar fluidez, sí,
pero con flexibilidad. Estructuras rígidas que limiten el potencial innovador a
través de una especie de procesos inalterables, no, aunque nos compliquen la
gobernanza del modelo de innovación. Nos interesan los Funnels que despliegan,
no los que constriñen.
bien esta formalización que, en mis experiencias ha resultado muy positiva por
cuanto agiliza mucho el flujo de innovación, no puede llevarnos a crear
burocracias de innovación. No puede
llevarnos a imponer estructuras rígidas. La innovación es un camino de
exploración y, como tal, es a menudo, sinuoso. No todos los proyectos avanzan
con el mismo ritmo. No todos los proyectos acaban verificando sus hipótesis
iniciales, algunos se reinventan varias veces a lo largo del proceso. No todos
los equipos tienen el mismo formato, ni todos son necesariamente internos. Es
decir, formalización a través del funnel que orienta y ayuda a dar fluidez, sí,
pero con flexibilidad. Estructuras rígidas que limiten el potencial innovador a
través de una especie de procesos inalterables, no, aunque nos compliquen la
gobernanza del modelo de innovación. Nos interesan los Funnels que despliegan,
no los que constriñen.
Hay
que encontrar el equilibrio, entre una innovación como energía dispersa en la
que se potencia mucho la creatividad pero que raramente acaba en nada y un
proceso que nos quiera imponer recetas en las cuales alterar un paso sea pecado
mortal. Las empresas que tienen gran potencial de innovación son la suma de una
cultura innovadora arraigada en su gente y que saben manejar su modelo de
innovación desde la flexibilidad y el sentido de la excepción.
que encontrar el equilibrio, entre una innovación como energía dispersa en la
que se potencia mucho la creatividad pero que raramente acaba en nada y un
proceso que nos quiera imponer recetas en las cuales alterar un paso sea pecado
mortal. Las empresas que tienen gran potencial de innovación son la suma de una
cultura innovadora arraigada en su gente y que saben manejar su modelo de
innovación desde la flexibilidad y el sentido de la excepción.
Por
todo ello, la gobernanza del modelo de innovación resulta clave. Equipos que
sepan impulsar procesos formales (que ayudan mucho a la performance de la
innovación ) y que sepan gestionar excepciones de personas, proyectos o
alianzas. Si disponemos de liderazgo la visión siempre saber integrar a la
excepción. Sin gobernanza y liderazgo suficiente, todo deviene excepción.
todo ello, la gobernanza del modelo de innovación resulta clave. Equipos que
sepan impulsar procesos formales (que ayudan mucho a la performance de la
innovación ) y que sepan gestionar excepciones de personas, proyectos o
alianzas. Si disponemos de liderazgo la visión siempre saber integrar a la
excepción. Sin gobernanza y liderazgo suficiente, todo deviene excepción.
La
innovación tiene su punto. Burocratizarla es matarla, dejarla a su libre
albedrío es dispersar su energía y condenarla a una baja performance. Los modelos de innovación deben saber
formalizarse muy bien para incluir en ellas todas las excepciones que hagan
falta sin deteriorar la visión que subyace y fundamenta el modelo de
innovación.
innovación tiene su punto. Burocratizarla es matarla, dejarla a su libre
albedrío es dispersar su energía y condenarla a una baja performance. Los modelos de innovación deben saber
formalizarse muy bien para incluir en ellas todas las excepciones que hagan
falta sin deteriorar la visión que subyace y fundamenta el modelo de
innovación.
Los
burócratas de la innovación, los guardianes de la ortodoxia de cualquier
metodología o los que quieren llenar la inspiración de indicadores, acostumbran
a matar la innovación radical antes de nacer, y para justificarse, llenan de
pequeñas mejoras sus escrupulosos procesos. Innovar es avanzar explorando, es
corregir, es arriesgar responsablemente, es aprender del fracaso, es tener
determinación. Innovar es no perder
nunca de vista el sentido último de la innovación: aportar valor a los clientes
mediante fórmulas de clara diferenciación.
burócratas de la innovación, los guardianes de la ortodoxia de cualquier
metodología o los que quieren llenar la inspiración de indicadores, acostumbran
a matar la innovación radical antes de nacer, y para justificarse, llenan de
pequeñas mejoras sus escrupulosos procesos. Innovar es avanzar explorando, es
corregir, es arriesgar responsablemente, es aprender del fracaso, es tener
determinación. Innovar es no perder
nunca de vista el sentido último de la innovación: aportar valor a los clientes
mediante fórmulas de clara diferenciación.
(la imagen pertenece a una obra de Bellini)