No
sé exactamente si los vectores de la agenda universitaria que propongo compartir son suficientes o no.
En cualquier caso creo, que todos los que se presentan en la lista, son relevantes . Estoy
convencido que en muy pocos años veremos cómo aparecen formatos radicalmente
distintos de educación superior y ante ello, las universidades deberían tener
respuestas más innovadoras, en algunos
casos menos autosuficientes. 10 vectores
para pensar en la universidad y su agenda futura.
sé exactamente si los vectores de la agenda universitaria que propongo compartir son suficientes o no.
En cualquier caso creo, que todos los que se presentan en la lista, son relevantes . Estoy
convencido que en muy pocos años veremos cómo aparecen formatos radicalmente
distintos de educación superior y ante ello, las universidades deberían tener
respuestas más innovadoras, en algunos
casos menos autosuficientes. 10 vectores
para pensar en la universidad y su agenda futura.
1. Las nuevas formas de aprender. Las formas de acceder al conocimiento han
cambiado profundamente. La combinación del texto, con el vídeo y la infografía,
de modo sincrónico o asincrónico, ofrece enormes posibilidades de aprender con
nuevas herramientas y nuevas estrategias. Lo fundamental en un universidad no
es lo que se enseña si no lo que se aprende y cómo esto después se despliega a
través del talento, de la investigación y de la transferencia. El debate que se
vive en Estados Unidos en los últimos meses sobre la universidad híbrida, o la
universidad on – line, combinada con ofertas gratuitas de las mejores
universidades, plantea interrogantes consistentes sobre el aprendizaje en la
educación superior en el futuro. Lo que es evidente es que las grandes
universidades cuando emprenden estas iniciativas basadas en ofertas gratuitas
no están pensando en vulgarizarse sino en dar nuevas posibilidades a su
liderazgo en calidad.
cambiado profundamente. La combinación del texto, con el vídeo y la infografía,
de modo sincrónico o asincrónico, ofrece enormes posibilidades de aprender con
nuevas herramientas y nuevas estrategias. Lo fundamental en un universidad no
es lo que se enseña si no lo que se aprende y cómo esto después se despliega a
través del talento, de la investigación y de la transferencia. El debate que se
vive en Estados Unidos en los últimos meses sobre la universidad híbrida, o la
universidad on – line, combinada con ofertas gratuitas de las mejores
universidades, plantea interrogantes consistentes sobre el aprendizaje en la
educación superior en el futuro. Lo que es evidente es que las grandes
universidades cuando emprenden estas iniciativas basadas en ofertas gratuitas
no están pensando en vulgarizarse sino en dar nuevas posibilidades a su
liderazgo en calidad.
2. Las personas. La calidad de una
universidad la ofrece la calidad media de sus personas. La gestión del talento
resulta clave. Una universidad dónde no haya movilidad de talento está muerta a
medio plazo. Talento entre los profesores, entre los alumnos y entre los
gestores. Una universidad debe ser un organismo vivo, participativo,
democrático pero sabiendo priorizar claramente la meritocracia, que lleva a la
excelencia, del asambleísmo que lleva a la mediocridad y la parálisis.
universidad la ofrece la calidad media de sus personas. La gestión del talento
resulta clave. Una universidad dónde no haya movilidad de talento está muerta a
medio plazo. Talento entre los profesores, entre los alumnos y entre los
gestores. Una universidad debe ser un organismo vivo, participativo,
democrático pero sabiendo priorizar claramente la meritocracia, que lleva a la
excelencia, del asambleísmo que lleva a la mediocridad y la parálisis.
3. Ciencia Abierta. Internet ha cambiado la forma cómo accedemos
y compartimos el conocimiento. Nos obliga a nuevas destrezas, y esto vale
también para la investigación. La
capacidad de conectar grupos de investigación que comparten retos similares es
todavía menos frecuente de lo que en el mundo empresarial supone la innovación
abierta. Una investigación más colaborativa, más transversal permite ofrecer
nuevas inspiraciones y acelerar resultados.
Una universidad más abierta, más vinculada a las nuevas formas en red de
compartir conocimiento será más excelente en investigación. La ciencia abierta parece que tiene muchas
opciones de incrementar la calidad de la investigación, que, al fin y al cabo,
es de lo que se trata.
y compartimos el conocimiento. Nos obliga a nuevas destrezas, y esto vale
también para la investigación. La
capacidad de conectar grupos de investigación que comparten retos similares es
todavía menos frecuente de lo que en el mundo empresarial supone la innovación
abierta. Una investigación más colaborativa, más transversal permite ofrecer
nuevas inspiraciones y acelerar resultados.
Una universidad más abierta, más vinculada a las nuevas formas en red de
compartir conocimiento será más excelente en investigación. La ciencia abierta parece que tiene muchas
opciones de incrementar la calidad de la investigación, que, al fin y al cabo,
es de lo que se trata.
4. La valorización del conocimiento. La
universidad no solamente debe modificar los perímetros e intensidades del
conocimiento si no que debe ser una palanca para su utilidad social y
empresarial. Las universidades deben generar dinámicas de valorización nuevas,
dónde el encuentro entre las fuerzas del technology push y del market pull se
sustancien de un modo diverso. La unidad de valorización debería ser el
proyecto compartido. Y a la hora de concretar proyectos compartidos hay muchas
posibilidades (transferencia clásica, join – ventures, spin off, gestión IP,
spin – in en procesos de innovación abierta, etc.). Las empresas han definido
nuevas paradigmas de innovación y muchas universidades no han entendido las
oportunidades y nuevas exigencias que supone el haber quebrado la linealidad
del I+D+i.
universidad no solamente debe modificar los perímetros e intensidades del
conocimiento si no que debe ser una palanca para su utilidad social y
empresarial. Las universidades deben generar dinámicas de valorización nuevas,
dónde el encuentro entre las fuerzas del technology push y del market pull se
sustancien de un modo diverso. La unidad de valorización debería ser el
proyecto compartido. Y a la hora de concretar proyectos compartidos hay muchas
posibilidades (transferencia clásica, join – ventures, spin off, gestión IP,
spin – in en procesos de innovación abierta, etc.). Las empresas han definido
nuevas paradigmas de innovación y muchas universidades no han entendido las
oportunidades y nuevas exigencias que supone el haber quebrado la linealidad
del I+D+i.
5. La innovación. No es sostenible que la
universidad sea una institución que recete innovación pero que se la aplique
muy poco. La mayoría de universidades gestionan sus cambios con más rigidez que
frescura, con más corporativismo del que deberían. Les cuesta mucho mover sus
estructuras, sus propuestas de valor, sus inercias de enseñanza, sus tiempos, sus costes. El debate sobre si la universidad será
disrumpida por organizaciones que ofrecerán nuevos esquemas de acceso al
conocimiento superior es más que pertinente. Véase el último libro de
Christensen/ Eyring sobre Innovative University. En la agenda de la universidad
del siglo XXI deben estar el convertirse en una organización innovadora, en la
que el cambio no sea una epopeya si no una competencia que se ejerce
fluidamente.
universidad sea una institución que recete innovación pero que se la aplique
muy poco. La mayoría de universidades gestionan sus cambios con más rigidez que
frescura, con más corporativismo del que deberían. Les cuesta mucho mover sus
estructuras, sus propuestas de valor, sus inercias de enseñanza, sus tiempos, sus costes. El debate sobre si la universidad será
disrumpida por organizaciones que ofrecerán nuevos esquemas de acceso al
conocimiento superior es más que pertinente. Véase el último libro de
Christensen/ Eyring sobre Innovative University. En la agenda de la universidad
del siglo XXI deben estar el convertirse en una organización innovadora, en la
que el cambio no sea una epopeya si no una competencia que se ejerce
fluidamente.
6. Las alianzas. Parece evidente que
entramos en una etapa dónde el mapa universitario será presidido por las
alianzas. La posibilidad de complementar talento y capacidades de servicio e
innovación va a marcar la nueva agenda de las universidades. Es probable que el
mundo de la educación superior quede liderado por unas pocas grandes alianzas de referencia
en un mercado de la educación superior que rompe barreras a su globalización.
La agenda de las universidades será más relacional que nunca. La calidad, y la
consolidación de los indicadores de medir esta calidad (rankings ¿??) serán
decisivos a la hora de definir estas alianzas.
entramos en una etapa dónde el mapa universitario será presidido por las
alianzas. La posibilidad de complementar talento y capacidades de servicio e
innovación va a marcar la nueva agenda de las universidades. Es probable que el
mundo de la educación superior quede liderado por unas pocas grandes alianzas de referencia
en un mercado de la educación superior que rompe barreras a su globalización.
La agenda de las universidades será más relacional que nunca. La calidad, y la
consolidación de los indicadores de medir esta calidad (rankings ¿??) serán
decisivos a la hora de definir estas alianzas.
7. El encaje local / global. El conocimiento no es territorial, aunque
puede venir referido a territorios concretos. La capacidad de jugar en
dinámicas globales será clave para las universidades del siglo XXI y ello no
estará reñido con estar muy enraizadas en entornos concretos. El equilibrio
global / local será propia de universidades excelentes, la pretensión global
pero desde resortes y calidades básicamente locales será propio de
universidades provincianas. Las buenas universidades serán más nodos que nudos.
A todas las universidades del mundo les va a afectar la emergencia de las
grandes universidades asiáticas que van a devenir polos clave de conocimiento,
cuyo altísimo número de egresados va a tener un impacto global.
puede venir referido a territorios concretos. La capacidad de jugar en
dinámicas globales será clave para las universidades del siglo XXI y ello no
estará reñido con estar muy enraizadas en entornos concretos. El equilibrio
global / local será propia de universidades excelentes, la pretensión global
pero desde resortes y calidades básicamente locales será propio de
universidades provincianas. Las buenas universidades serán más nodos que nudos.
A todas las universidades del mundo les va a afectar la emergencia de las
grandes universidades asiáticas que van a devenir polos clave de conocimiento,
cuyo altísimo número de egresados va a tener un impacto global.
8. La financiación. La universidad del siglo XXI va a tener que
innovar en lo que en el mundo empresarial se llamaría modelo de negocio. Para
no herir susceptibilidades vamos a denominarlo como nuevos modelos de ingresos.
No hay duda que las universidades excelentes piensan financiarse con algo más
que expedición de títulos + investigación valorizada + fundraising de éxito.
Creo que muy pronto aparecerán nuevos modelos de ingreso vinculados a la
educación superior, veremos hasta que punto estarán protagonizados por las universidades,
pero la necesidad de acceso al conocimiento
combinada con nuevos canales y nuevas formas de dinamizar comunidades de
aprendizaje va a mostrar modelos completamente distintos a los que conocemos en
pocos años. La excelencia académica es cara. La ignorancia lo es todavía más.
innovar en lo que en el mundo empresarial se llamaría modelo de negocio. Para
no herir susceptibilidades vamos a denominarlo como nuevos modelos de ingresos.
No hay duda que las universidades excelentes piensan financiarse con algo más
que expedición de títulos + investigación valorizada + fundraising de éxito.
Creo que muy pronto aparecerán nuevos modelos de ingreso vinculados a la
educación superior, veremos hasta que punto estarán protagonizados por las universidades,
pero la necesidad de acceso al conocimiento
combinada con nuevos canales y nuevas formas de dinamizar comunidades de
aprendizaje va a mostrar modelos completamente distintos a los que conocemos en
pocos años. La excelencia académica es cara. La ignorancia lo es todavía más.
9. La gobernanza. Las universidades deben
dotarse de una gobernanza que las haga organizaciones de gente comprometida, de
personas que vengan motivadas de su casa y que encuentren en la universidad un
espacio de crecimiento personal y profesional que además impacta muy
positivamente en la sociedad. El compromiso implica saber leer los cambios de
contexto y adecuarse críticamente a los mismos, significa también impulsar cambios para mejorar el entorno social y
económico. La gobernanza basada en modelos asamblearios y multipiramidales
evidencia desde hace años que no es la solución y que favorece soluciones
mediocres alejadas de apuestas decididas por la excelencia contrastada. Las
universidades que no resuelvan su gobernanza se bloquearan en sus propias
dinámicas internas y serán presa del corporativismo. La nueva gobernanza debe
garantizar la orientación estratégica, la meritocracia y la excelencia, la
capacidad de cambio y el rendimiento de cuentas a la sociedad.
dotarse de una gobernanza que las haga organizaciones de gente comprometida, de
personas que vengan motivadas de su casa y que encuentren en la universidad un
espacio de crecimiento personal y profesional que además impacta muy
positivamente en la sociedad. El compromiso implica saber leer los cambios de
contexto y adecuarse críticamente a los mismos, significa también impulsar cambios para mejorar el entorno social y
económico. La gobernanza basada en modelos asamblearios y multipiramidales
evidencia desde hace años que no es la solución y que favorece soluciones
mediocres alejadas de apuestas decididas por la excelencia contrastada. Las
universidades que no resuelvan su gobernanza se bloquearan en sus propias
dinámicas internas y serán presa del corporativismo. La nueva gobernanza debe
garantizar la orientación estratégica, la meritocracia y la excelencia, la
capacidad de cambio y el rendimiento de cuentas a la sociedad.
10. Los
valores. La universidad debe ser un semillero de valores vividos, no
solamente predicados. Un espacio de respeto real a la libertad de pensamiento,
un trayecto dónde valores como el esfuerzo y la resiliencia se forjen
naturalmente. La universidad debe ser un referente de cómo mejorar
continuamente una sociedad que cambia de retos pero que debe tener en el
respecto a las personas y su pensamiento un axioma inalterable. La universidad
debe saber compartir valores con la sociedad, pero también con las
instituciones y las empresas, y hacer de ello un sello que marca a todos los
que la viven el resto de sus vidas. La universidad debe ser un espacio para
compartir valores que perduren.
valores. La universidad debe ser un semillero de valores vividos, no
solamente predicados. Un espacio de respeto real a la libertad de pensamiento,
un trayecto dónde valores como el esfuerzo y la resiliencia se forjen
naturalmente. La universidad debe ser un referente de cómo mejorar
continuamente una sociedad que cambia de retos pero que debe tener en el
respecto a las personas y su pensamiento un axioma inalterable. La universidad
debe saber compartir valores con la sociedad, pero también con las
instituciones y las empresas, y hacer de ello un sello que marca a todos los
que la viven el resto de sus vidas. La universidad debe ser un espacio para
compartir valores que perduren.
Estos
10 vectores responden al desafío que me lanzó el amigo Miguel Carrión con quién
compartimos muchas reflexiones sobre management e innovación, en este caso, aplicadas a la universidad. Gracias por lanzar
el anzuelo.
10 vectores responden al desafío que me lanzó el amigo Miguel Carrión con quién
compartimos muchas reflexiones sobre management e innovación, en este caso, aplicadas a la universidad. Gracias por lanzar
el anzuelo.
(la imagen pertenece a una obra de Bellini).