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Talento e innovación

22/05/2012

Para
hacer propuestas innovadoras no hay que ser un experto, no solamente la gente
con talento (esos que aportan claramente por encima de la media y lo demuestran
con resultados) alimenta el proceso de innovación. Para hacer propuestas
innovadoras, lo primero, es querer. Mostrar
compromiso
. A aquellos que les da todo igual, a los presentes – ausentes,
es difícil encontrarlos aportando algo significativo en innovación. Sin
compromiso no hay innovación, porque la innovación no deja de ser un pacto con
el futuro.
Pero
además de actitud, la innovación requiere desarrollar un determinado tipo de
talento:
Emprendedor.  Capaz de liderar proyectos de riesgo con
pasión, salir fuera del área de seguridad y desarrollar proyectos como si de
una startup se tratara.
Orientado a resultados. Un talento
ejecutor, orientado a resultados, focalizado, 
que no repara en esfuerzos y que aprende de los fracasos (rápidos y
baratos a poder ser).
Humilde.  Necesitamos talento abierto a las
aportaciones que puedan venir de fuera de la organización. El talento arrogante
no acostumbra a ser innovador. Gente que aprenda y haga crecer a los demás.
Creativo.  Talento experto en conectar cosas no obvias,
en ejercer una creatividad lateral. Talento que sabe que la innovación tiene
algo de juego y de serendipia, al que gusta explorar caminos no andados.
Transversal. Talento que rompe silos,
que cuestiona ortodoxias, que colabora con personas de otras áreas, que
construye horizontalmente más que jerárquicamente.
Este
talento innovador, es el bien más preciado, porqué lo necesitamos para el
negocio de hoy (del que cobramos a fin de mes) y para el negocio de mañana.
Gestionar la innovación es tener y gestionar este tipo de talento. 
(La imagen pertenece a una ora de Leonardo Da Vinci).