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La crisis. Relato rápido en 12 proposiciones

30/04/2012


no nos creíamos que la crisis fuera dura y  larga, era cosa del abuso del ladrillo, ahora
vemos cómo la crisis nos interpela personalmente y le rendimos cuenta de
nuestra competencia profesional, de nuestra capacidad de esfuerzo y de nuestra
resiliencia.

nos intentaron convencer que teníamos el sistema financiero más sano del mundo,
pero se impuso la realidad sobre el discurso.

imaginaron que con un poco de keynesianismo enlatado y 400 euros por barba
activaríamos el consumo y lo del paro parecía que si lo tildábamos de
estructural era como menos deprimente. Hoy, al menos, deberían regalarnos un
poco de prudencia.

Nos instalamos en el mantra de la innovación y rápidamente distinguimos entre
empresas que hacen innovación coreográfica y empresas innovadoras, las que
digieren el riesgo de innovar y consiguen diferenciarse positivamente ante los
clientes.

comprendimos lo que era la globalización, significaba que no producir y vender
en mercados distintos era algo serio, peligroso.

los economistas demostraron tanto consenso en su desconcierto que dejamos de
preocuparnos por previsiones agoreras al cuadrado, les escuchamos en la
oscuridad, esperando la luz.

entendimos rápido que los políticos más que programa leían las coyunturas según
estuvieran en el gobierno o en la oposición, algunos pocos  han demostrado coherencia
y prudencia, otros se han retratado.

aprendimos que la queja era una opción (para algunos una trayectoria) pero no
sería la solución, indignarse puede estar bien pero crear empresas está mejor.

vinieron reformas que algunos creían que nunca verían en el sector privado y en
el público y descubrimos que no estábamos preparados para la austeridad y para
un cambio real que significaba, ni más ni menos, que lo que no era verdad no
perduraría.
10º  miramos a Europa ( de la que tanto dinero ha
llegado a lagunas regiones) como algo distinto, sin moneda que devaluar, cuadrar los números es un
reto que se antoja titánico.
11º
después de probar con la austeridad a secas, parece que se impone el sentido común
que querrá decir,  combinar más austeridad
con algunos recursos para activar la economía.
12º
entre tanto pesimismo, unos cuantos, pocos, nos convencemos cada día que en
estos tiempos duros se darán las grandes oportunidades.  Hay que ocuparse,  construir personalmente las oportunidades, porque
preocuparnos ya lo hacen los que nos dan noticias.
(la imagen pertenece a una obra de Rembrandt)