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Innovación. El fin de la lógica institucional

04/04/2012

España: el dinero público para innovación se reduce de
nuevo.  Igualmente se reduce el dinero
para investigación ¿es discutible como política? sí ¿es negable cómo contexto?
No.
Llega
la hora de la verdad. La devaluación que no se puede realizar por política
monetaria se realiza por otros medios. Ahí está. El gasto público se
reestructura drásticamente y afecta a la investigación y  a la innovación. Podemos pensar que es un
error (lo pienso) pero es lo mismo que piensan todos en su sector (salud,
educación,  cultura, etc). A todos nos
afecta el recorte y ante ello, unos se limitarán a describir el paisaje
amargamente y otros aprenderán a moverse en 
este contexto adverso.
Ante
ello se impone un cambio de cultura. Las lógicas institucionales se diluyen y emergen
las lógicas de negocio. La innovación que nazca y crezca para negocio
subsistirá porqué es la forma de ser competitivo. La innovación que solamente
anidaba en lógicas institucionales muy lejos del core business, decaerá. 
Algunas
reflexiones al respecto, 4 puntos sobre innovación y un par sobre investigación:
1. Las
empresas vincularán todavía más innovación a negocio y eso las hará más
competitivas. Aquellas empresas que innovaban por subvención y no por
convicción, intentarán desafiar todos los estudios y mantenerse en los mercados
sin innovar.
2. Aquellas
empresas que querían innovar traspasando el riesgo a la administración, o
cambian de cultura, o no innovarán. Algunos 
intentarán algo tan lógico como hacer la innovación más eficiente, pero
los que quieran excluir todo riesgo, no innovarán. Las oportunidades vienen
preñadas de riesgo.
3. Las
empresas que innoven sin dinero público asumirán más riesgo que los
competidores de otros países que cuenten con ayuda pública. No lo tendrán
fácil, pero operarán un cambio cultural que les hará más resilientes y su innovación
tendrá la autenticidad de la convicción. Serán empresas innovadoras más que
empresas que hacen innovación. Seguramente estas empresas internacionalizarán
su innovación para evitar fallos de mercado por falta de ayudas públicas en sus
oportunidades más arriesgadas.
4. La
innovación es el arte de la diferenciación aplicada. Ahora tocará, no solamente
innovar en producto o servicio, tocará innovar en la forma de innovar, en la
forma cómo se gestiona la innovación. En el contexto español innovar sin ayudas
públicas será lo habitual en años, con lo cual, 
se depurará el parque de empresas innovadoras, pero aquellas que
consideran que innovar es su forma de estar en el mercado, es su cultura,
redoblarán el esfuerzo y construirán oportunidades para sus mercados. No
innovar porqué no hay dinero público será la excusa de los que nunca han creído
en la innovación.
5. Los
investigadores que no admitan que no es lógico que la excelencia científica no
sepa valorizarse, tendrán muchos menos recursos y se quejarán ruidosamente,
pero  perderán muchas oportunidades ante
aquellos investigadores relevantes que se esfuercen en construir proyectos
junto con empresas, ante los investigadores que sepan impulsar spin – off que
crezcan o aquellos que gestionen hábilmente su propiedad intelectual. La
valorización será un factor diferencial.
6. No
hay que olvidar que la inversión pública en investigación será fundamental.
Solamente hay que ver el caso USA para saber que la inversión pública es básica
pero con una diferencia, la tasa de valorización que logran en sus mejores
ecosistemas ( California y Massachusetts) 
es muy superior a la española.
Estamos
ante un gran reto. Investigar para valorizar e innovar para hacer negocio. Todo
aquello que se enmascaraba en lógicas institucionales se reduce a mínimos. La
lógica institucional como lógica preponderante de la innovación llega a su fin.
Nos queda, para bien y para mal,  la lógica
de negocio. 
(la imagen pertenece a una obra de Rembrandt, con esta empezamos una pequeña colección de imágenes suyas, todas ellas extraordinarias)