Anoto la expresión en la interesante sesión que Miquel Codina de Alexander Hughes nos ofrece en la Barcelona Drucker Society: directivos que surfean. Son esos directivos, ya sean públicos o privados, que eran buenos para subirse a la hola del crecimiento y surfear sin necesidad de grandes esfuerzos y sin necesidad de pensar excesivamente. Su principal habilidad era medrar, seguir la corriente del sector, mucho cortar y pegar y saber aclimatarse a las dinámicas corporativas. Eran los arribistas que precedieron la crisis.
Hoy necesitamos más que nunca otro tipo de directivos. Gente con gran capacidad de esfuerzo, y no solamente por capacidad de ponerle las horas necesarias, si no por ser gente a lo que no le caen los anillos si tiene que volver a tareas que en épocas más cómodas ya había delegado. Gente con capacidad de pensar por su cuenta, de construir análisis propios de los contextos , de las formas de operar, de las necesidades de los clientes. Gente con capacidad de innovar gracias a los relatos propios, a las miradas genuinas. Gente capaz de avanzar en mares con vientos adversos ni que sea remando. Necesitamos directivos con valores, que miren a los ojos de la gente y contagien lógicas para que cada uno crezca dando lo mejor de sí mismo.
La crisis tendrá sus cosas buenas, valoraremos más a los directivos visionarios, solventes, esforzados, buena gente y los distinguiremos mejor de los directivos arribistas.
(la imagen es de Gherardo di Giovanni del Fora)