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Cambios quedan en paisaje

15/11/2011

Hay
organizaciones o situaciones que han convertido el cambio en una parte de su
paisaje de fondo. Algo que está ahí, en el contexto, algo siempre inminente y
siempre pendiente. Forma parte de todos los diagnósticos, está en todas las
agendas. Desde hace muchos años todos hablan de él pero el cambio nunca se hace
realidad. Siempre pueden más los bloqueos. Para mantener vivo el cambio en el
paisaje siempre hay otro estudio que encargar u otra comisión que crear. Veamos
algunos ejemplos:
1.
El debate infinito sobre la gobernanza universitaria, siempre hay un nuevo estudio
en manos de una nueva comisión. El diagnóstico está más que hecho, pero
políticos y gestores universitarios se miran mutuamente y deciden que todavía
faltan notas a pie de página que añadir.
2.
Las campañas electorales con su liturgia repetitiva y extemporánea. La semana
pasada en Boston había elecciones municipales, era un martes, simplemente me
enteré al ver dos personas con un cartel ante un colegio electoral.  No vi más carteles. Quizás es un exceso pero,
visto lo visto, me pareció saludable.
3.
La controversia sobre la televisión basura, con regulaciones siempre
incumplidas pero  sin cargar nunca la
responsabilidad a los que le dan la audiencia y le confieren notoriedad. El
público hace la televisión, no hay televisión basura sin público al que le
gusta este tipo de televisión. Un debate que dura y dura mientras denigra y
denigra gente con nombre y apellidos.
4.
La administración electrónica sigue con los mismos retos de interconectividad
entre administraciones que hace diez años, con capacidad tecnológica pero sin
capacidad de cambio para hacer. Ni hacer una ley ha servido para que el cambio
salga del paisaje.
5.
El debate sobre los horarios comerciales, como expresión de una Europa que no
sabe como reaccionar ante el mundo, si con más tradición o con más esfuerzo. El
domingo por la tarde en la Massachussetts Ave. en Cambridge (MA) había muchos
comercios abiertos, otros no, imagino que según el modelo de negocio de cada
uno. También había varias peluquerías trabajando.
Seguro
que cada lector puede confeccionar su propia lista. Cada uno de nosotros tiene
cambios que quedan en paisaje, cada empresa, cada institución. Depende del
liderazgo, del compromiso de las personas que habilita el cambio real, el tener
un paisaje repleto de cambios imposibles, o el tener un paisaje que no los deja
enquistar, que se mueve constantemente. 
(con esta imagen de Venusti terminamos con el ciclo de ropaje de la National Gallery)