Construir
un ecosistema de innovación es muy difícil porqué se basa en talento
emprendedor, y eso no se improvisa. Los ecosistemas de verdad, por ejemplo, el que se reúne alrededor de Kendall Square en Cambridge – Boston o el que vive en Palo Alto
en California, no tienen quince días, el MIT acaba de celebrar 150 años. La concentración de talento científico –
tecnológico, junto con talento emprendedor capaz de arriesgar, junto con
capital riesgo capaz de arriesgar, sumado con talento empresarial para manejar
empresas de nuevo cuño, no es fácil de
crear de la nada o de masas críticas de talento insuficientes. Lo intentan en
New York organizando el desembarco de Stanford, lo intenta Rusia creando una
gran ciudad tecnológica a 20 km de Moscú inspirada en Silicon Valley. Lo
intentan los Emiratos Árabes comprando universidades como compran equipos de
fútbol. Invertirán muchísimo dinero pero
está por ver si conseguirán la autenticidad de un ecosistema, su naturalidad genuina
, su movilidad intrínseca, su contexto enriquecido a base de años de éxitos y
fracasos. Al final, ¿comprarán talento suficiente para activar esta especie de
demiurgo que buscan? Quizás sí, con dinero a espuertas es posible, pero está
por ver.
un ecosistema de innovación es muy difícil porqué se basa en talento
emprendedor, y eso no se improvisa. Los ecosistemas de verdad, por ejemplo, el que se reúne alrededor de Kendall Square en Cambridge – Boston o el que vive en Palo Alto
en California, no tienen quince días, el MIT acaba de celebrar 150 años. La concentración de talento científico –
tecnológico, junto con talento emprendedor capaz de arriesgar, junto con
capital riesgo capaz de arriesgar, sumado con talento empresarial para manejar
empresas de nuevo cuño, no es fácil de
crear de la nada o de masas críticas de talento insuficientes. Lo intentan en
New York organizando el desembarco de Stanford, lo intenta Rusia creando una
gran ciudad tecnológica a 20 km de Moscú inspirada en Silicon Valley. Lo
intentan los Emiratos Árabes comprando universidades como compran equipos de
fútbol. Invertirán muchísimo dinero pero
está por ver si conseguirán la autenticidad de un ecosistema, su naturalidad genuina
, su movilidad intrínseca, su contexto enriquecido a base de años de éxitos y
fracasos. Al final, ¿comprarán talento suficiente para activar esta especie de
demiurgo que buscan? Quizás sí, con dinero a espuertas es posible, pero está
por ver.
Cuando
pensamos en ecosistema hay quién piensa en edificios con laboratorios y mucha tecnología, este es el gran error que
han cometido muchas de nuestras ciudades. Es además un error provinciano,
reiterado. Los ecosistemas son de personas, que se organizan en comunidades que
a veces son empresas o universidades. Y atraer talento requiere talento, no
solamente edificios, requiere cultura
además de laboratorios y de dinero.
pensamos en ecosistema hay quién piensa en edificios con laboratorios y mucha tecnología, este es el gran error que
han cometido muchas de nuestras ciudades. Es además un error provinciano,
reiterado. Los ecosistemas son de personas, que se organizan en comunidades que
a veces son empresas o universidades. Y atraer talento requiere talento, no
solamente edificios, requiere cultura
además de laboratorios y de dinero.
Mi
propuesta es rotunda: para crear ecosistema es mejor no copiar, inspirarse en
lo que funciona para intentar algo distinto, genuino. Arriesgar a generar
autenticidad de otro modo, creando diferencia para el talento. Es mas fácil hacer el ridículo copiando que
arriesgando. Buscar un camino propio, auténtico de verdad, no importado. Cortar
y pagar sistemas de innovación es caro y rara vez alcanza la autenticidad.
propuesta es rotunda: para crear ecosistema es mejor no copiar, inspirarse en
lo que funciona para intentar algo distinto, genuino. Arriesgar a generar
autenticidad de otro modo, creando diferencia para el talento. Es mas fácil hacer el ridículo copiando que
arriesgando. Buscar un camino propio, auténtico de verdad, no importado. Cortar
y pagar sistemas de innovación es caro y rara vez alcanza la autenticidad.
(la imagen es de Vivarini)