Muchas empresas no hacen una seria autocrítica, con el tiempo han creado equipos dónde todos los perfiles responden a una misma lógica, a una forma de entender las cosas que no se cuestiona. No tienen gente que incomode con preguntas disruptivas. Viven en su verdad, que no siempre es la verdad de unos mercados cambiantes. Su verdad instalada no les facilita la innovación ni el cambio. “To innovate successfully you must hire, work with, and promote people who are unlike you” decían en el artículo Putting your Company’s Whole Brain to Work, Dorothy Leonard & Susaan Straus en HBR ya en 1997 y siempre me ha gustado recordarlo.
Por todo ello son sorprendentes y valientes las declaraciones que en una carta a sus trabajadores el CEO de Nokia Stephen Elop, ha realizado, sobre algo que todo el mundo sabe y comparte, el liderazgo de Nokia se ha visto muy seriamente afectada por la dinámica de Smartphone impuesta por Apple y por la lógica Google – Android. A una pública autocrítica por la incapacidad de seguir una senda innovadora (en Nokia, el estandarte europeo de hace tantos años!) se une una clara y pública llamada a cambiar el rumbo radicalmente. Nokia no ha sido lo que era.
¿Le será más difícil a Nokia alcanzar sus retos de innovación con esta pública auto – afrenta? ¿Venderá menos? Sinceramente creo que no. En cambio, gana en credibilidad, Elop simplemente dice lo que todo el mundo piensa fuera de su compañía y se dispone a liderar un fuerte proceso de innovación dentro de ella. No será fácil pero coger el toro por los cuernos es una buena forma de estimular la innovación, marear la perdiz mirando un pasado glorioso es simplemente una forma de excusarse. Los clientes no compran excusas, compran futuro.
(La imagen es de Amigoni)