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La Internacional Corporativista

08/12/2010

1. La internacional corporativista triunfa en Europa y se conjura para mantener privilegios al margen de cualquier contexto de cambio global o de grave crisis económica.

2. La internacional corporativista no se detiene ante el daño que causa. El mundo se mira desde los privilegios del pasado y para mantener derechos obsoletos si hay que recurrir al chantaje social más desproporcionado se hace sin rubor y se cubre de una épica sindical.

3. La internacional corporativista no es exclusiva del sector público pero anida especialmente en él y sus aledaños. La función pública colecciona prebendas que son impensables en el sector privado y mantiene una enorme capacidad de impedir cualquier cambio serio, realmente disruptivo.

4. Bloquear la gestión del cambio es la especialidad de la internacional corporativista, a costa de cargarse cualquier senda a la competitividad real. Se prefiere morir con los viejos privilegios que vivir desde el esfuerzo de construir una nueva competitividad en un mundo dónde Europa ha perdido mucho liderazgo.

5. Afrontar la ola de corporativismo que recorre Europa requiere liderazgos potentes y responsables que atajen el chantaje social de los corporativistas y hagan pedagogía de la sociedad abierta que se impone y que requiere de un claro reequilibrio de derechos y deberes.

6. La internacional corporativista es el gran dique ante la innovación. Porqué innovar sistemáticamente supone una cultura de cambio que está completamente alejada del bloqueo corporativo. Así muchas instituciones públicas hacen apología de una innovación que son incapaces de aplicarse a sí mismas. El gran triunfo de la internacional corporativista es la demora permanente de los cambios imprescindibles para mantener la competitividad social.

7. El discurso del cambio acaba cuando se topan con intereses consolidados que pertenecen a contextos sociales que ya no existen y que tienen una reglamentación tejida durante años que les permite sostener lo insostenible.

8. Las dinámicas sindicales y las corporativas no son lo mismo, aunque a veces comparten una sistemática de presión parecida.

9. La crisis hace más insostenible el corporativismo y hace más virulentas sus reacciones cuando los gobiernos, con el agua al cuello, ponen en práctica reformas largamente bloqueadas por la internacional corporativista. La crisis hace posible cosas que parecían imposibles.

10. La internacional corporativista tiene la guerra perdida pero dará todavía muchas batallas dolorosas. Son muy pesados.

(el detalle es de A. Beeckman)