No estoy contra las incubadoras de empresa pero soy crítico con sus resultados. Nacen empresas pero raramente crecen. El problema central viene cuando los viveros se centran en querer hacer más fácil la vida al emprendedor cuando en realidad lo que deberían hacer es ser una propuesta para crear empresas más potentes, no más fáciles. Actualmente, de las incubadoras nacen microempresas y proyectos de autocupación, loables y defendibles pero con un impacto económico menor. Necesitamos incubadoras no solamente para hacer nacer empresas sino para hacer nacer y crecer empresas con un turnover significativo y con generación de empleo asociada. Y esto no es fácil, el camino no es endulzar, si no potenciar. Los viveros deben conferir carácter.
Algunas ideas que me gustaría compartir para que la performance de los viveros fuera mayor:
1. Priorizar los proyectos empresariales con capacidad de crecimiento.
2. Apoyar al máximo a los que toman riesgos reales, apoyarlos en su éxito y especialmente en su fracaso.
3. Transmitir una cultura del emprendimiento y la innovación como responsabilidad social, de compromiso con la sociedad desde el minuto 0 de las empresas.
4. Involucrar gente con experiencia empresarial contrastable en su dirección y/o coaching. Este punto es clave y no es fácil de resolver, pero es diferencial. Gente que sepa que los business plan son simplemente un instrumento para pensar y un relato que vamos modificando. Gente que sepa lo que es tener la casa hipotecada por un proyecto empresarial.
5. Orientar las empresas a mercado y no al salto de subvención en subvención (los viveros están demasiado cerca de los que gestionan subvenciones). Las empresas mimadas no crecen bien.
6. No regalar espacios y hacer vivir las empresas en un mundo irreal, no crearles un cordón sanitario que las puede acomodar pero evita que construyan un sistema inmunitario consistente.
7. Distinguir entre las empresas de marear la perdiz, las de maduración lenta y las empresas gacela (o como mínimo liebre).
8. Estimular a que las empresas tengan un ecosistema empresarial de relaciones rico, que les permita tomar decisiones rápidas respecto su posible reposicionamiento.
9. Estimular a las empresas a plantearse el nacer en más de un sitio a la vez, ofrecer contactos que permitan un cierto “born global”.
10. No mantener en los viveros a empresas sin sentido ni que a veces puedan servir para maquillar los resultados inmobiliarios de los viveros.
Las incubadoras seguro que pueden ser un buen instrumento, pero no para hacer la vida más fácil al emprendedor (el que quiera ser emprendedor que no busque la facilidad) si no para hacer empresas más potentes, con capacidad de crecer.
(los ojos son de Leonardo)