La innovación en movilidad es una de las que más ha cambiado el mundo. Históricamente, industrias como la del automóvil o la aeronáutica han sido motor económico desde la segunda revolución industrial y lo continuarán siendo por mucho tiempo. La movilidad constituye una de las funciones que más innovaciones van a continuar atrayendo, y no solamente tecnológicas, también en modelos de negocio (tal y cómo el fenómeno de las low cost ha demostrado en el sector aéreo). El potencial es enorme. Comparto con vosotros algunas ideas, traídas un poco de ahí y allá, inputs que he recibido en forma de aluvión en muy pocos días, que me han llevado a escribir este post:
1) Entender la movilidad definitivamente la movilidad como un servicio, en el que los gestores del servicio proveen en cada momento y con absoluta inmediatez la mejor solución o combinación de soluciones de transporte. Más que tener un coche lo que tendremos será un gestor de movilidad integral que nos provea de la mejor solución en cada momento según nuestra necesidad o deseo, es decir la más razonable en una matriz rapidez/eficiencia.
2) Extender la filosofía low cost más allá del avión, por ejemplo a los trenes de alta velocidad (ver edición de Le Monde de 10/07/10).
3) Introducir mucha más información a todo tipo de vehículos de transporte (coches, barcos, aviones, trenes). La conectividad permanente es un reto obvio. Tener información dinámica completa sobre tráfico (con las consiguientes recomendaciones) por vía digital en el propio coche resulta evidente y a ello hay grandes esfuerzos dedicados de optimizar las conexiones por satélite. Tener en el coche una extensión de toda nuestra información sincronizada parece un desafío a la vuelta de la esquina.
4) Introducir inteligencia a la gestión del tráfico urbano. Acabar con la plaga de semáforos que solamente tienen sentido un 5% o 10% de toda su franja horaria. Empezar a innovar a favor de la fluidez también del coche en la ciudad y no solamente tomar decisiones para impedir cualquier sensación de fluidez.
5) Incorporar las soluciones más eficientes desde un punto de vista energético. Las sostenibilidad no es una opción. La sensación es que los coches híbridos (igual que la TDT en TV) son tecnologías de transición. Hace tiempo que vemos en el coche eléctrico un reto. Hoy he presenciado el desarrollo de un proyecto de moto eléctrica.
El de la movilidad es un mundo apasionante, un ámbito con tradición de innovación, que tiene la particularidad que afecta intensamente a la mayoría de la población. No soy un experto y seguro que descuido algunas tendencias fundamentales, pero desde mi ignorancia confesa, me atrevo a dejar anotados los inputs que he percibido en pocos días.
(El detalle es una imagen de Marco Zoppo)