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cuando intentas vender y la respuesta es NO

09/07/2010

Cuando recibes un no, recibes un impacto, hay que encajar y pensar.

Algunos pensamientos que os propongo compartir:

1. Intentar entender las razones del no del comprador. Intentar averiguar si es porqué nuestra propuesta de valor no es ganadora. Si es por el contexto. Si es por no haber encontrado el interlocutor adecuado o si no conocemos bien las reglas del sector. Saber qué falla es fundamental. Lo único que no cabe en el diagnóstico es dar la culpa al comprador.

2. No sobrediagnosticar un no, pero pensar seriamente a partir de una serie de NO a un mismo producto o servicio.

3. Agradecer el tiempo que el cliente nos ha dedicado, dejar una huella amable quizás sea semilla de futuros contactos que se resuelvan en un sí, o simplemente porqué lo cortés no quita lo valiente.

4. Aplicarnos lo que a menudo exponemos sobre la cultura del fracaso. Un no puede ser un pequeño o un gran fracaso. Por consiguiente, lo que toca es aprender de él.

5. No descomponernos ante un no. Pensar en la propia trayectoria de sí.

6. Recuperarnos rápido. Pensar en nuevos clientes, a los que habrá que mostrar mejor técnica, el mismo entusiasmo sin proyectar la necesidad que tenemos de vender. La ansiedad de venta aleja la venta.

7. Preferir un no rotundo a un sí que nunca se concreta. Es más eficiente. Me recuerda la cita del Quijote que teníamos en casa de mis padres: “más vale un toma que dos te daré”.

8. Si sabemos cómo duelen los NO, procuremos ser compradores amables especialmente cuando decidimos decir no. Transmitir respeto al hecho de vender, más allá de los estereotipos.

9. Los NO hacen crecer personalmente, los SÍ nos permiten crecer corporativamente.

10. “Nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio” dice el gran Serrat.

(La imagen es del gran Vermeer)