No es que lo que diga Finantial Times vaya a misa, pero a menudo nos ayuda a pensar y a constatar algunas percepciones de los que tejen opiniones globales. Por ejemplo, la percepción, a veces racional y a veces arrogante, que se tiene de Europa desde Estados Unidos; una Europa vista como un museo con algunos apéndices dinámicos a considerar, básicamente de la Europa anglosajona y nórdica. Poco más: mucho desconocimiento y poco interés, porque las dimensiones del mercado dan prioridad a Asia.
Me ha hecho pensar mucho el post de Gideon Rachman en su blog de Finantial Times. Es un periodista de referencia en temas internacionales y de globalización. Ha pasado por la BBC y The Economist, y colecciona títulos y premios de grandes universidades. Su artículo Europa no está preparada para la austeridad es muy recomendable http://blogs.ft.com/rachmanblog/2010/05/europe-is-unprepared-for-austerity/, os avanzo dos párrafos y os recomiendo su lectura:
“Lamentablemente, ni los votantes ni los políticos europeos están preparados para la época de austeridad que les espera. Siempre pensé que Europa había dado en el clavo. La idea era que EEUU fuera una superpotencia militar, que China se convirtiera en el gigante económico, mientras Europa era una superpotencia en calidad de vida.
La época en la que los imperios europeos dominaron el mundo había llegado a su fin, pero no importaba. Europa podía seguir presumiendo de contar con las ciudades más hermosas, la mejor comida y los vinos más exquisitos, de ser la cuna de la civilización occidental, de tener las vacaciones más largas y los mejores equipos de fútbol. La calidad de vida de la mayor parte de los europeos nunca había alcanzado cotas tan altas. Era una excelente estrategia, pero tenía un gran fallo: Europa no podía permitirse un retiro confortable.”
La época en la que los imperios europeos dominaron el mundo había llegado a su fin, pero no importaba. Europa podía seguir presumiendo de contar con las ciudades más hermosas, la mejor comida y los vinos más exquisitos, de ser la cuna de la civilización occidental, de tener las vacaciones más largas y los mejores equipos de fútbol. La calidad de vida de la mayor parte de los europeos nunca había alcanzado cotas tan altas. Era una excelente estrategia, pero tenía un gran fallo: Europa no podía permitirse un retiro confortable.”
Las generaciones de la postguerra inventaron la Unión Europea, a nuestras generaciones nos toca reinventar Europa, reinventar su papel en el mundo porqué no podemos ser espectadores pasivos de nuestro propio declive o no podemos callar eternamente ante los bloqueos corporativistas que impiden cualquier cambio realmente serio.
(la imagen es el Dante de Andrea del Castagno)