Una de las competencias más preciadas entre los profesionales es la capacidad de ir más allá de los tópicos, de presentar criterio ante tópicos que nos aparecen envueltos en mantos de moda o innovación.
Veamos, por ejemplo, un surtido de tópicos referidos a la comunicación corporativa: todo tiene que ser 2.0, salir en los medios es muy importante, hay que usar redes sociales para hacer negocio. Hace un par de años el tópico era estar en Second Life o usar Youtube para proyectar nuestra empresa.
Ante cualquier nueva propuesta es muy importante el criterio profesional. No todas las novedades son buenas para todas las organizaciones, ni todas son una tontería en la que no vale perder el tiempo. Tener criterio profesional es clave. Leer las novedades con rapidez y tomar decisiones sobre su utilidad para nuestras organizaciones. Debemos tener nuestro propio radar para conocer las novedades y un poco de intuición intelectual (para utilizar el término del filosofo Jaume Balmes) para resolver nuestra posición al respecto. La innovación es ya una constante para cualquier entorno organizativo y el posicionamiento o reposicionamiento al respecto también es constante. Por tanto tener criterio pasar a ser una competencia fundamental. Tener criterio no quiere decir no equivocarse, quiere decir tener capacidad para decidir con una cierta rapidez (a menudo la decisión será seguir un tema y ver como madura, otras veces será no dedicar ni un minuto más a ello y a veces querrá decir montar una aplicación y probarla inmediatamente). Necesitamos tener criterio, ir más allá de tópicos y modas. Gestionar no es añadir tópicos, es saber discernir. Tener criterio es condición de talento. Innovar requiere criterio, escoger entre muchas ideas cual llevamos al mercado.
A veces, tener criterio nos lleva a anticiparnos, otras a nadar contracorriente, otras a pasar desapercibidos, otras a sostenerla, otras a cambiar. Tener criterio está vinculado a la capacidad de decidir (y hoy día a la capacidad de decidir rápidamente). Volviendo al filósofo de Vic Jaume Balmes, presentar criterio tiene también mucho que ver con el sentido común.
Valoremos a la gente con criterio, ni que a veces se equivoque, porqué necesitamos líderes, directivos, empresarios, profesionales con criterio. La ausencia de criterio es síntoma de mediocridad.
Veamos, por ejemplo, un surtido de tópicos referidos a la comunicación corporativa: todo tiene que ser 2.0, salir en los medios es muy importante, hay que usar redes sociales para hacer negocio. Hace un par de años el tópico era estar en Second Life o usar Youtube para proyectar nuestra empresa.
Ante cualquier nueva propuesta es muy importante el criterio profesional. No todas las novedades son buenas para todas las organizaciones, ni todas son una tontería en la que no vale perder el tiempo. Tener criterio profesional es clave. Leer las novedades con rapidez y tomar decisiones sobre su utilidad para nuestras organizaciones. Debemos tener nuestro propio radar para conocer las novedades y un poco de intuición intelectual (para utilizar el término del filosofo Jaume Balmes) para resolver nuestra posición al respecto. La innovación es ya una constante para cualquier entorno organizativo y el posicionamiento o reposicionamiento al respecto también es constante. Por tanto tener criterio pasar a ser una competencia fundamental. Tener criterio no quiere decir no equivocarse, quiere decir tener capacidad para decidir con una cierta rapidez (a menudo la decisión será seguir un tema y ver como madura, otras veces será no dedicar ni un minuto más a ello y a veces querrá decir montar una aplicación y probarla inmediatamente). Necesitamos tener criterio, ir más allá de tópicos y modas. Gestionar no es añadir tópicos, es saber discernir. Tener criterio es condición de talento. Innovar requiere criterio, escoger entre muchas ideas cual llevamos al mercado.
A veces, tener criterio nos lleva a anticiparnos, otras a nadar contracorriente, otras a pasar desapercibidos, otras a sostenerla, otras a cambiar. Tener criterio está vinculado a la capacidad de decidir (y hoy día a la capacidad de decidir rápidamente). Volviendo al filósofo de Vic Jaume Balmes, presentar criterio tiene también mucho que ver con el sentido común.
Valoremos a la gente con criterio, ni que a veces se equivoque, porqué necesitamos líderes, directivos, empresarios, profesionales con criterio. La ausencia de criterio es síntoma de mediocridad.
(Árboles de Rusiñol)