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No banalizar la gestión de talento

21/09/2009

Gestionar el talento no es enviar a alguien a hacer un curso. Esto ayuda, pero no es gestión de talento. He dado muchos cursos en los que los alumnos confirman en las clases su necesidad de abandonar la empresa o institución que les está pagando el curso porqué no ven su futuro en ellas.

La gestión de talento es mucho más que formación. Simplemente la gestión de talento es poner la pregunta de quién lo hará en la lista corta de preguntas clave de un proyecto. Debemos evitar que la gestión de talento se convierta en uno de los muchos tópicos del management que se banalizan con soluciones empaquetadas de gato por liebre. Una vez identificadas las necesidades de talento en una organización, hay que orientar el proceso de desarrollo y captación de personas que aporten conocimiento y compromiso en el marco de una gran orientación a resultados. El talento no es una palanca cualquiera para ganar competitividad, es la palanca integrada por personas y su gestión no es mecánica, es a menudo artesanal y emocional. Gestionar el talento es gestionar la excepción, gestionar el talento es la habilidad de discriminar sin dañar, es gestionar una movilidad permanente. No es fácil ni es de un día para otro. Por eso, porque es de largo alcance es urgente empezar, y porque trasciende el día a día, la gestión del talento es estratégica.

Luchar para salir de la espiral de la mediocridad (la que se basa en cadenas de contratación dónde el de abajo siempre es menos bueno que el de arriba) es un gran proyecto corporativo, quizás el que aporta mayor base para la competitividad.

Para gestionar el talento me temo que se requiera talento.

(La imagen es de Flandrin)