Hablamos de gestión de talento, hablamos de la centralidad de las personas, de lo importante que es tener profesionales motivados para conseguir una competitividad diferencial y a alguien se le ocurre comunicar los despidos de Pirelli a través de las listas que sostienen los guardias de seguridad en la entrada de la empresa. ¿Pero en que cabeza caben hoy día esas prácticas? ¿Pero es que no hay nadie en la dirección corporativa que no le importe nada la dignidad de las personas, ni el valor de una marca. Esa misma marca, famosa por sus calendarios, mantiene en su página web un texto dónde alardea de sus triunfos deportivos y de los beneficios que ha obtenido. ¿Pero quién lidera este grupo y quién gestiona la comunicación de esta casa? Algunas veces suceden cosas incomprensibles en una concepción de empresa moderna. No sé para los demás, pero a mi me costará mucho pensar en Pirelli sin recordar este incidente. Hay una regla básica en comunicación corporativa, cualquier comunicación que afecte directamente a una persona debe tener como canal preferente el cara a cara, ni que para ello se requiera un poco de valentía. Ayer hablábamos en el post de mantener la compostura, la amabilidad………. la dignidad.
A menudo las malas prácticas ayudan más a aprender que las buenas prácticas.