10 cosas que podemos hacer para no desanimarnos frente a la crisis económica, en un momento en el que la gente lo pasa mal, y en el que cada día recibimos un alud de noticias negativas.
2. No dejar que el miedo nos paralice, si estamos muy asustados pensamos a la defensiva y no necesariamente pensamos bien. La mezcla de estrés y miedo es un cóctel indigesto. Es muy importante aprender a dominar el arte de desconectar temporalmente de nuestras preocupaciones y de dejar que los espacios de la vida personal no se vean completamente invadidos por la complicación y la tensión del mundo empresarial y profesional.
3. Ponerle perspectiva histórica. Ha habido muchas otras crisis y siempre hemos encontrado salida. En todas las crisis ha habido gente que se ha arruinado, pero también otros que han hecho grandes negocios. Vivir profesionalmente atentos a la oportunidad.
4. Pensar en clave individual y no de sector. Las crisis son de empresa y es necesario buscar la salida como empresa. No perder los objetivos de vista, esforzarnos es correcto, pero aún es mejor centrar los esfuerzos en los objetivos.
5. Aceptar que el momento es complicado y fortalecernos, es momento de practicar una cierta resilencia. Crecer en la adversidad, saber liderar respuestas en momentos duros y, evidentemente, aprender a decir no si hace falta decir no.
6. No olvidar que la crisis crea crisis, la suma de múltiples decisiones de frenar el gasto es lo que genera más crisis. Hacer apuestas profesionales y empresariales hoy, no es sólo buscar oportunidades en la crisis, sino la mejor forma de luchar contra la crisis.
7. No refugiarnos en el pasado, es menos seguro que el futuro más incierto. Huir de la tentación de “cualquier tiempo pasado fue mejor”. No cerrarnos a la innovación. Es el momento de desaprenderse y reinventarnos, si es necesario. El futuro, ni que sea incierto, siempre es la mejor apuesta. No dejar de preguntarnos cada día qué está cambiando en nuestro ámbito profesional y empresarial, y hacia dónde hay la oportunidad del futuro.
8. Gestionar nuestro tiempo como una herramienta para la lucha contra la crisis, dar prioridad a aquello realmente importante y no centrarnos sólo en aquello urgente. Hay muchas urgencias que nos preocupan y que son poco relevantes, centrarnos en aquello importante en los momentos críticos. Quizás no pensamos suficiente en qué podemos delegar más, compartir y tener una gestión del tiempo más centrada en lo que es realmente importante es fundamental.
9. No perder la confianza en nosotros mismos por muy duro que sea el momento. No perder la autoestima, ni individualmente ni colectivamente. Sacar fuerzas de lo mejor de nuestras trayectorias.
10. Hacer un esfuerzo de amabilidad y de compostura, la crisis deteriora las formas. Hacer un esfuerzo de amabilidad y de respeto a las personas en un momento donde los nervios y el miedo lo tensan todo.