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Talento : Pacto Nacional contra la Mediocridad

15/06/2008

Hablamos mucho de talento para enfatizar el valor diferencial de las personas en los proyectos y las empresas. Hablamos mucho pero hacemos menos. Incorporar el talento como “driver” de cualquier análisis ya no es diferencial, es un tópico más que ha llegado a ser tópico sin exprimir su potencial transformador. Con ganas de aportar, relaciono algunas iniciativas que podríamos tomar:
1) Aceptar que las personas de talento son aquellas que aportan notoriamente por encima de la media a una organización, de un modo palpable. El talento supuesto, el que no ejerce, no sirve a las empresas. El talento se resuelve en resultados. Algunos quieren cobrar como grandes talentos que no dan resultados y estos pueden dedicarse a otra cosa, pero no a la empresa eficiente.
2) Hacer un pacto nacional contra la mediocridad. Es decir, imponernos contratar siempre personas de las que pensemos en algunas cosas relevantes son mejores que nosotros, que nos van a incentivar a aprender, a crecer. Si tenemos miedo del talento firmamos el pacto con la mediocridad. Talento atrae talento, mediocridad atrae mediocridad.
3) Arbitrar geometrías variables que permitan contratar el talento a precio de mercado huyendo de los corporativismos públicos o privados, pero con unas reglas del juego claras en los procesos de contratación y con la discreción sobre la retribución que todo el mundo quisiera para él. Pensar en modelos de retribución que no expulsen el talento de la función pública. ICREA es el único ejemplo que tenemos y por eso lo repetimos tantas veces y por eso todo el mundo lo quiere copiar.
4) No aceptar más proyectos sin nombres y apellidos. Una vez fui a visitar a Marc Murtra, cuando era Jefe de gabinete del Ministro de Industria para proponerle un proyecto y pedirle ayuda económica, su respuesta fue que la ayuda dependería de quién estuviera delante del proyecto. Perfecto!!! este es el tipo de respuesta sobre talento que necesitamos. Basta ya de pensar que da igual quién esté delante, no da igual, es radicalmente diferente quién esté delante de los proyectos. Por tanto, proyectos, business plan y propuestas en general, con nombre y apellido.
5) Crear entornos dónde el talento puede crecer, dónde la capacidad de iniciativa de la gente (forzarlos a emprender, a tomar decisiones, a arriesgar) permita emerger a las personas de talento sin que se marchen de la organización para demostrar en otro sitio que “sí que valían”.