Algunas veces, en el management (y en la vida) es muy importante no saber que era imposible. Volver a intentar lo que otros han intentado sin éxito, volver a intentar lo que se ha convertido en imposible por convicción de la experiencia y por cultura corporativa de la tradición. Hay imposibles que lo continuan siendo porque, simplemente desarrollan anticuerpos más que abrir la mente. Por eso es tan importante que en las organizaciones haya renovación y, a veces, se vuelvan a colar gente que no sabía que era imposible.